miércoles, 15 de diciembre de 2010

LA POESÍA HEBREA EN LA ANTIGÜEDAD.

A diferencia de la mayor parte de la poesía moderna occidental, la poesía hebrea no depende de un esquema de versos con acento y rima que se repiten en forma regular. Su acento es irregular y su rima, si existe, parece ocasional o accidental.

Para los que deben leer la Biblia en una traducción, la base métrica más significativa del verso hebreo consiste en la simetría equilibrada de forma y sentido conocida como paralelismo.

El primer erudito que examinó a fondo la naturaleza de la poesía hebrea y colocó su estudio sobre una base firme fue el obispo Robert Lowth, profesor de Oxford. En sus Lectures on the Sacred Poetry of the Hebrews (Disertaciones sobre la poesía sagrada de los hebreos) (1753), Lowth designó la tendencia de la poesía hebrea a disponer sus declaraciones en pares, como un sonido y su eco, como paralelismo de partes de un todo.

Watts-Dunton lo ha llamado "ritmo de sentido", y Van Dyke lo ha descrito como "ritmo de pensamiento".

De este elemento característico de la estructura de la poesía hebrea, Stanley dice: "Los golpes rápidos como de alas alternadas, la palpitación como del corazón acongojado, que se han descrito bellamente como la esencia de la estructura paralela de todo verso hebreo, corresponden exactamente con el juego interminable de sentimiento humano y con la comprensión de toda edad y nación".

Es digno de destacarse que este rasgo poético se ha traducido casi intacto al castellano. Aunque se desconoce el origen del paralelismo, debe observarse que el elemento del paralelismo, como rasgo característico de la poesía hebrea, es compartido por otras literaturas antiguas tales como la egipcia, la asirio-babilónica y la cananea.Puede verse un ejemplo de paralelismo de estructura en su forma más simple en el así llamado "Canto de la Espada", o "Canto de Lamec" (Génesis 4: 23, 24), que probablemente es el más antiguo ejemplo de poesía de la Biblia. En este "Canto de Lamec", de seis líneas, aparece la estructura paralela del verso hebreo en su sencillez máxima. La poesía está formada por tres dísticos sinónimos o paralelos:

"Ada y Zila, oíd mi voz;
Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho:
Que un varón mataré por mi herida,
Y un joven por mi golpe.
Si siete veces será vengado Caín,
Lamec en verdad setenta veces siete lo será".

Habiendo comenzado con este ejemplo, pasamos a dar una explicación y ejemplificación más completas del principio del paralelismo como principal factor determinante del verso hebreo.

FORMAS PRIMARIAS DE PARALELISMO.
Se reconocen en general tres formas primarias de paralelismo:

1. Paralelismo sinónimo, en el cual el pensamiento fundamental se repite con palabras e imágenes diferentes en la segunda línea del dístico. Veamos el siguiente ejemplo:

"Juntaos y oíd, hijos de Jacob,
Y escuchad a vuestro padre Israel"
(Génesis 49: 2).

"Sol, detente en Gabaón;
Y tú, luna, en el valle de Ajalón"
(Josué 10: 12).

"Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el Corazón;
El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos"
(Salmo 19: 8)

2. Paralelismo antitético o contrastado, en el cual el pensamiento de la primera línea de un dístico es explicado más ampliamente por su contraste o inversión en la segunda línea. Por ejemplo:

"Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová;
Mas los que te aman, sean como el sol cuando sale con su fuerza"
(Jueces 5: 31)

"Porque Jehová conoce el camino de los justos;
Mas la senda de los malos perecerá"
(Salmo 1: 6)

"Como rugido de cachorro de león es la ira del rey,
Y su favor como el rocío sobre la hierba"
(Proverbios 19: 12)

3. Paralelismo sintético o tácito, en el cual la segunda línea del dístico añade un pensamiento a la primera como para completarla, aumentarla o intensificarla. los dos versos pueden tener una relación de causa y efecto, premisa y conclusión, proposición y suplemento, etc. Por ejemplo:

"Pero yo he puesto mi rey
Sobre Sión, mi santo monte"
(Salmo 2: 6)

"Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres,
Para ver si había algún entendido,
Que buscara a Dios"
(Salmo 14: 2)

"Mejor es la comida de legumbres donde hay amor,
Que de buey engordado donde hay odio"
(Proverbios 15: 17)

"Responde el necio como merece su necedad,
Para que no se estime sabio en su propia opinión"
(Proverbios 26: 5)
"Se apresura a ser rico el avaro,
Y no sabe que le ha de venir pobreza"
(Proverbios 28: 22)


PARA EL TALLER:

1) Cada participante saque seis textos de cajita de Pan de Vida y aparte proverbios u otros textos poéticos en dísticos.

2) Identifique qué paralelismos utilizan.

3) Escoja un dístico y escriba un poema que se inicie con la primera frase y finalice con la segunda.

4) Escoja varios proverbios o salmos en dístico y cambie la segunda parte de cada uno, utilizando los diversos paralelismos. Luego construya un poema que incluya todos o algunos de los dísticos reelaborados.

Nota: Los textos tomados de la Biblia escríbalos entre comillas o en cursiva. También puede utilizar el texto como epígrafe, al inicio de la poesía.

martes, 19 de octubre de 2010

RELIGION E IDENTIDAD DEL PUEBLO MAPUCHE EN LA AMERICA PREHISPANICA.


María Elena Riveros E.
Magíster en Estudios Latinoamericanos [1]

Entre los mapuches existe una estrecha relación entre su identidad cultural como pueblo y su identidad religiosa. Autores como Foerster plantean que la identidad del mapuche, que se liga a la tierra y a la naturaleza, se une "hasta confundirse" con lo sagrado, representado por las divinidades y antepasados. El rito convoca y reúne al pueblo mapuche, lo que persiste hasta hoy. Por otra parte, la perspectiva antropológica nos enseña que "los símbolos religiosos sintetizan el ethos[2] de un pueblo y su cosmovisión[3], relacionando una estética[4] y una moral con una cosmología[5] y una ontología[6]".

La religiosidad del pueblo mapuche comparte ciertos rasgos con la mayoría de las religiones indígenas del mundo. Estas religiones intentan dar respuesta a las preguntas que el hombre y la mujer se hacen frente a su medio ambiente, según lo que ellos perciben de la naturaleza, en sus relaciones con ella, en sus efectos sobre los seres y las cosas de este mundo. Surge así un sistema de relaciones con el mundo superior y las divinidades (que son la fuente de todo), y un sistema de actos o gestos que expresan estas relaciones (los ritos). El modo cómo se percibe el universo y las relaciones de los seres humanos dentro del universo, determina en gran medida cómo hombres y mujeres perciben la presencia divina. Así, los pueblos que viven cerca de la tierra tienden a ver la presencia divina en la naturaleza y es allí donde realizan los encuentros rituales, cuyo propósito fundamental es reforzar los lazos de lo humano con lo divino.

Se puede afirmar que la religión mapuche comparte tres características con la mayoría de las religiones indígenas. Es una religión cósmica, es animista y es chamánica. Lo primero, que se refiere a la búsqueda de un fundamento, es característico de cualquier religión y concierne a las referencias del mundo profano al poder divino que lo sustenta; lo segundo quiere decir que esta religión percibe a la naturaleza como animada por poderes ocultos en los diversos elementos, poderes que pueden ser favorables o no y que se subordinan a un Poder Supremo; finalmente, para controlar estos poderes en la naturaleza existen los chamanes o machis, cuya función principal es la restauración del equilibrio.

A continuación haremos una presentación sintética de las características más destacables de la religiosidad y cosmovisión del pueblo mapuche, y de la relación que éstas tienen con la conformación de una identidad o ethos cultural. Tomaremos como referencia lo que se desarrolló más arriba acerca del concepto de identidad, dando una relevancia mayor a aquellas creencias y prácticas que formaban parte del universo mítico-religioso previo a la Conquista y la posterior irrupción de la religión de la Corona, el catolicismo, como religión única y verdadera.

Una de las hipótesis que recorre el trabajo de Foerster, respecto a la religiosidad y creencias del pueblo mapuche, es que las diferencias y fragmentaciones presentes en esta sociedad son superadas a partir del rito. Es el rito el que convoca y une al mapuche. Con los ritos se recrea y revive el admapu o conjunto de tradiciones sagradas y profanas que las divinidades legaron a los antepasados y, por lo tanto, también la reciprocidad con ngenechén o Ser Supremo, por los nuevos dones que Este otorga. Por ejemplo, los nguillatunes congregan a un número inmenso de personas pertenecientes a varias comunidades, que provienen de distintos lugares, a veces muy distantes, en torno a una rogativa dirigida a las divinidades y a los antepasados con el fin de obtener sus favores y protección, y también para agradecer los bienes recibidos. Se trata de un rito de organización compleja y jerarquizada, quizá el más complejo y jerarquizado que se haya podido observar al interior de esta sociedad.

Hay una dimensión central en el rito, la violencia, que se ejerce sobre una víctima sacrificial, usualmente un cordero, en reemplazo de la verdadera víctima, el hombre o la mujer. Al interior de la sociedad mapuche existe una permanente tensión entre el orden cósmico y las fuerzas del mal. En su simbolismo el mundo aparece constantemente amenazado por la acción de los agentes del mal o wekufü. Esta acción permanente del mal da cuenta de una gran precariedad, que requiere de lo sagrado, pues sólo allí se encuentra el fundamento de lo real. El rito, entonces, también es interpretado como la lucha contra las fuerzas del mal o wekufü, que son las almas o am de los difuntos que han sido atrapadas por los brujos o kalkus en su trayecto hacia la tierra de arriba o wenumapu. Esto ocurre cuando los parientes del difunto se descuidan y son negligentes respecto al cumplimiento de los ritos funerarios, cuya función es transformar al muerto en un verdadero antepasado. El nguillatún es entonces un ritual que pone en contacto recíproco al mundo profano con el mundo sagrado, con el fin de mantener el equilibrio en el universo. Se trata de un rito que tiene un doble carácter: cúltico o de sacrificio, cuyo fin es el resguardo simbólico de la reciprocidad, y representativo del orden sagrado que remite al poder significativo de los símbolos siderales.[7]

La palabra mapu o tierra es esencial en el contexto cultural mapuche. Pareciera ser que en su imaginario religioso no se puede separar mapu de wenumapu, lo que garantiza la reciprocidad entre un orden natural y un orden sobrenatural. Es decir, desde un cierto orden terrenal se puede acceder a lo sagrado, y cuando se hace referencia al mundo sobrenatural se está aludiendo a una tierra común. Por ello, la tierra no es propiedad de nadie en particular, sino patrimonio de toda la comunidad.

Como ya se señaló, la identidad no sólo es historia personal sino también grupal y social. Por ello, otro aspecto importante en el sistema de creencias mapuche es el que dice relación con los ritos de iniciación. El niño al nacer no tiene una identidad. Esta la adquiere en el momento de su bautizo, cuando recibe un nombre. Es decir, la identidad de una persona se liga con su pertenencia a un solo grupo de parentesco, a una misma sangre y a elementos de propiedad comunitaria. En la medida en que aumenta el número de individuos de una aldea y su relación con los miembros de otras aldeas es mayor la necesidad de contar con más elementos de identificación. Así, se recurre a elementos del aspecto exterior de una persona: vestimenta, peinado, objetos que lleva, etc. En la sociedad mapuche era costumbre que los nombres fueran donados por la generación precedente alterna, es decir, del abuelo paterno al nieto, en una ceremonia denominada lakutún o katankawín en el caso de las mujeres, donde además se les perforaba las orejas. Se suponía que no sólo se heredaba el nombre, sino también los atributos espirituales del donante. Este nombre compartido daba origen a una forma de parentesco de contornos imprecisos, pues se establecía entre ambos una identidad nominal, la que a lo largo de la vida se traducía en colaboración y apoyo mutuo. Incluso, cuando uno de los dos moría, el otro adquiría la categoría de deudo y participaba de todo lo relativo al entierro y rito funerario. Por su parte, el difunto seguía apareciendo en los peuma o sueños, para dar consejo y apoyar al vivo. Así, los antepasados quedaban encarnados en la personalidad de sus descendientes.

PARA TRABAJAR EN EL TALLER:
1. ¿Qué ideas le han parecido interesantes en este artículo? Expréselas en una frase.
2. Haga un inventario de las voces mapuches del artículo.
3. Identifique los elementos religiosos en la poesía mapuche.


[1] http://www2.cyberhumanitatis.uchile.cl/05/textos/riveros.html
[2] Conjunto de rasgos y modos de comportamiento que conforman el carácter o la identidad de una persona o una comunidad.
[3] Manera de ver e interpretar el mundo.
[4] Perteneciente o relativo a la percepción o apreciación de la belleza.
[5] Conocimiento filosófico de las leyes generales que rigen el mundo físico.
[6] Parte de la metafísica que trata del ser en general y de sus propiedades trascendentales.
[7] Perteneciente o relativo a las estrellas o a los astros.

viernes, 24 de septiembre de 2010

LA POESÍA DEL RENACIMIENTO.


Renacimiento significa resurgimiento de algo. En este caso significa un nuevo resurgir de la cultura grecolatina que se había olvidado tras la caída del imperio romano. Este movimiento social, artístico y literario surgió en Italia pero se extendió por toda Europa.

A esta época se le ha llamado Siglo de Oro; pero parece más apropiado el nombre de Edad de Oro ya que ocupa casi dos siglos: el XVI y el XVII.

El Renacimiento supuso un importante cambio social y cultural respecto a la Edad Media:

Edad Media (siglos V-XV)
Clases sociales: La sociedad medieval estaba estructurada en tres clases sociales: la nobleza, el clero y el pueblo.
Situación política: Durante la Edad Media; el poder real; necesitaba la ayuda de los nobles para luchar contra los árabes.
Conceptos sobre la vida: El hombre del medievo concibe la vida como un valle de sufrimiento y de lágrimas. La muerte era considerada muchas veces como una liberación. El ideal de hombre medieval es el caballero o guerrero.
La cultura: Durante la Edad Media el pueblo era analfabeto; la cultura estaba encerrada en los monasterios. La iglesia era la única representante del saber. Los libros eran muy escasos, ya que era muy costoso escribirlos a mano.

Renacimiento (siglos XVI y XVII)
Clases sociales: Al llegar el Renacimiento surge una nueva clase social: la burguesía. Está formada por comerciantes y artesanos que tienen dinero.
Situación política: En el Renacimiento se fortalece el poder real. El dueño absoluto es el monarca, y los nobles se convierten en cortesanos.
Conceptos sobre la vida: El hombre renacentista concibe la vida como una etapa de la que hay que disfrutar antes de que llegue la muerte.
El ideal de hombre renacentista es el cortesano: hombre de armas y hombre de letras.
La cultura: El hombre renacentista siente necesidad de saber y aprender. Aparecen hombres de ciencia que ya no poseen una educación eclesiástica. Con la invención de la imprenta durante el siglo XV, se facilita la difusión de libros.

La lírica en la primera mitad del siglo XVI
Durante el reinado del emperador Carlos V que comenzó en 1517, llega a España la influencia italiana a través de escritores españoles que habían vivido en la corte napolitana, atraídos por su fama y esplendor. Aportaron a la lírica española nuevos versos y estrofas:
Versos: el endecasílabo y el heptasílabo que se combinaban entre sí.
Estrofas: soneto, lira, silva, terceto.

Temas
El poeta renacentista se preocupa por encontrar nuevas formas para expresar la belleza, y por renovar los temas de sus obras. El poeta desea crear un mundo de belleza mediante un estilo sencillo. Los temas más frecuente son:


  • El amor. Se idealiza a la mujer de tal modo que llega a considerarse como un reflejo de la belleza divina. Este amor idealizado se conoce con el nombre de amor platónico.

  • La naturaleza. Se concibe como un símbolo de la perfección divina. Se describe como un remanso de paz, sosiego y armonía donde se desarrolla la acción amorosa.

  • La mitología. Se utilizan los mitos y leyendas de los dioses grecolatinos como fuente de inspiración poética; sirviendo a la vez para dar belleza a la obra.
Más información en...

La sesión 5, del 25 de mayo de 2010, se inició con la lectura de Job 38:19-38. Como en este pasaje poético de la Biblia, se describen fenómenos naturales tales como la luz, las tinieblas, la nieve, las tormentas de granizo, el viento, etc. -identificamos 29 aspectos- decidimos escribir un poema a partir de algunos de esos accidentes climáticos. Luego estudiamos la metáfora y, finalmente, dejamos como tarea escribir una poesía con el tema “Cielo e Infierno”, procurando utilizar abundantes metáforas. Como siempre, finalizamos con una oración.

viernes, 28 de mayo de 2010

LA METÁFORA.

La metáfora (del griego metá o metastas 'más allá, después de'; y phorein, 'pasar, llevar') consiste en el uso de una expresión con un significado distinto o en contexto diferente al habitual. Establece una relación de identidad total entre dos seres, reflexiones o conceptos, de tal forma que para referirse a uno de los elementos de la metáfora se organiza el nombre de otro. Significa comparar dos elementos sin ocupar nexos.
El término es importante tanto en teoría literaria (donde se usa como recurso literario) como en lingüística (donde es una de las principales causas de cambio semántico). Se utiliza también en psicología para referirse al poder profundo de "las historias-metafóricas" y su acción en el cambio interno, la visión o el paso a un nivel de conciencia más profundo.
LA METÁFORA COMO FIGURA RETÓRICA.
La metáfora es un recurso literario (un tropo) que consiste en identificar dos términos entre los cuales existe alguna semejanza. Uno de los términos es el literal y el otro se usa en sentido figurado. La metáfora tiene tres niveles:

- El tenor es aquello a lo que la metáfora se refiere, el término literal.
- El vehículo es lo que se dice, el término figurado.
- El fundamento es la relación existente entre el tenor y el vehículo (el discurso).
Así, en la predicación metafórica "Los ojos de Charizard Maé son el mar ", el sintagma Los ojos son el tenor, el mar el vehículo y el fundamento sería el color azul oscuro de los ojos. A la metáfora en la que aparecen estos tres niveles se le denomina metáfora explícita. Sin embargo, cuando el tenor no aparece, se la denomina metáfora implícita (Los lagos de tu rostro).
Por otro lado, la metonimia es un recurso literario similar a la metáfora, pero en el cual la relación entre los términos identificados no es de semejanza; puede ser causa-efecto, parte-todo, autor-obra, continente-contenido, etc.
La metáfora es utilizada por los escritores debido a buenas razones u objetivos:
- Establece relaciones inéditas entre las palabras.
- Descubre atributos insospechados de las palabras.
- La gran fuerza poética de la metáfora reside en su capacidad de multiplicar de forma ilimitada el significado "normal" de las palabras, de modo que puedan llegar a describir lo desconocido (muerte, felicidad, miedo, etc.), que, en definitiva, constituye la gran aspiración del arte.
Finalmente, la podríamos definir como "algo expresado en términos de otra cosa".
LA METÁFORA EN LINGÜÍSTICA HISTÓRICA.
La metáfora es una de las formas más comunes de extensión del campo de aplicación de una forma léxica y por tanto debe provocar cambios semánticos. Lingüísticamente una metáfora consistiría en usar una forma léxica para un concepto que comparte algunos rasgos semánticos con el concepto comúnmente designado por la forma léxica. Desde ese punto de vista la metáfora es el análogo semántico de la asimilación fonética en el que algunos de los rasgos definitorios se pierden.
Algunos ejemplos son: pata de la mesa, copa de un árbol, etc. Puede verse que en esos ejemplos se nombra a un concepto a partir de una forma léxica que designa otro objeto con forma o funcionalidad similar (pata normalmente designa una parte de un animal, aunque es frecuente extender su uso a elementos de soporte de objetos; copa designa habitualmente a un tipo de recipiente, pero en el caso citado se aplica a un objeto con un estrechamiento central y una parte superior redondeada).
La metáfora (como recientemente la conocemos) es una de las formas de cambio semántico más comunes. A menudo el uso metafórico de alguna palabra coexiste con el literal hasta adquirir rango propio: la falda de la montaña recibe este nombre por su parecido con las faldas, las patas de los muebles por las patas de los animales, el ratón del ordenador por el pequeño mamífero roedor, etc.
Usando una terminología de la semántica la metáfora supone una extensión del campo de uso, eliminando algunos rasgos semánticos; al contrario que la restricción de significado que se logra añadiendo rasgos semánticos obligatorios, lo que hace que la palabra pueda usarse en menos ocasiones que sin esos rasgos adicionales.
Bibliografía: De Wikipedia

jueves, 20 de mayo de 2010

LAS ODAS DE SALOMÓN.


Las Odas de Salomón son en el terreno de la literatura cristiana primitiva el descubrimiento más importante, después del hallazgo de la Didaché. El primero a quien cupo la suerte de dar con ellas fue Rendel Harris, en 1905, en un manuscrito siríaco. Aunque fueron publicadas ya en 1909, han desafiado todos los esfuerzos hechos desde entonces para determinar exactamente su carácter. Es cierto que algunos de estos cuarenta y dos himnos reflejan ideas gnósticas (cf. Odas 19 y 35), pero no se puede llamar a esta colección, con absoluta certeza, "Himnario de las iglesias gnósticas"; falta en ellas el dualismo gnóstico (cf. Odas 7,20ss; 16,10ss). Aún se puede sostener menos la teoría de que estas Odas en su forma original eran puramente judías y que, alrededor del año 100, un cristiano habría hecho extensas interpolaciones. En apoyo de esta teoría se aducen dos razones:

1) En el manuscrito donde se hallan las Odas, éstas aparecen yuxtapuestas a los Salmos de Salomón, de carácter marcadamente judío.

2) El segundo argumento es de tipo lingüístico. El autor de las Odas emplea un lenguaje que recuerda muy de cerca al Antiguo Testamento; emplea con frecuencia el paralelismo de los miembros, las parábolas y las figuras. Todas estas características, sin embargo, pueden explicarse perfectamente por el deseo paladino del autor de imitar los salmos y su estilo.

El argumento decisivo contra toda suposición de procedencia judía y de interpolación cristiana de las Odas estriba en su unidad de estilo. Tienen que ser obra de un mismo autor, aunque ignoramos su identidad. Ya no se piensa más en Bardesano como posible autor de las Odas. Tampoco pueden ser atribuidas a Afraates o a Efrén Siro; las numerosas alusiones a la doctrina y al ritual del bautismo no bastan a demostrar que sean himnos bautismales. Tampoco existen razones convincentes para suponer que sean de origen montañista. Lo más probable es que expresen las creencias y las esperanzas de la cristiandad oriental. Esto no excluye la posibilidad de que la mitología y la filosofía griegas hayan influido hasta cierto punto en el autor. Hay sólidos indicios de que fueron escritas durante el siglo II, probablemente en su primera mitad. La lengua original fue, probabilísimamente, el griego - no el hebreo, ni el arameo, ni el siríaco - . Burkitt descubrió un segundo manuscrito de estos himnos, que data del siglo X y pertenece a la colección nitriana del Museo Británico (Add. 14538). Este documento es más reducido que el publicado por Rendel Harris, conservando solamente el texto siríaco desde la oda 17,7 hasta el fin.

Hasta el año 1909, todo lo que se conocía de las Odas era lo siguiente:
1) Una sola cita de Lactancio (Instit. IV 12,3) de la oda 19,6;
2) Se hablaba de ellas en la Synopsis Sacrae Scripturae del Pseudo-Atanasio, catálogo de libros sagrados del Antiguo Testamento, del siglo VI, que enumera los libros canónicos del mismo. Se dice allí: "También hay otros libros del Antiguo Testamento que no se consideran como canónicos, pero que se leen a los catecúmenos... Macabeos... Salmos y Odas de Salomón, Susana." La Esticometría de Nicéforo, lista de libros de la Escritura que en su presente forma data del 850 poco más o menos, cita las Odas en términos parecidos.
3) Un tratado gnóstico llamado Pistis Sophia cita como Sagrada Escritura el texto completo de cinco de estas Odas. Tanto la traducción copta, que se halla en esta obra, como la narración siríaca de los manuscritos de Harris y Burkitt parecen hechos a base del original griego, que se ha perdido, a excepción de la oda 11.

Contenido de las Odas.
El contenido de estos himnos respira por doquier un exaltado misticismo, en el que se cree reconocer la influencia del Evangelio de San Juan. La mayoría son alabanzas divinas de un carácter general, sin trazas de pensamiento teológico o especulativo. Algunos, sin embargo, enaltecen temas dogmáticos, como la encarnación, el descenso al limbo y los privilegios de la gracia divina. La Oda 7, por ejemplo, describe la encarnación:

Como el impulso de la ira contra la iniquidad,
así es el impulso del gozo hacia el objeto amado;
sirve sus frutos sin restricción:
mi gozo es el Señor y mi impulso es hacia El.
Mi senda es excelente:
porque tengo quien me ayuda, el Señor.
Se me ha dado a conocer con liberalidad
en su simplicidad;
su bondad ha humillado su grandeza,
se hizo como yo,
a fin de que yo pudiera recibirle.
Exteriormente fue reputado semejante a mí
a fin de que yo pudiera revestirme de El;
y no temblé cuando le vi:
porque fue bondadoso conmigo:
se hizo como mi naturaleza,
a fin de que yo pudiera comprenderle,
y como mi figura,
para que no me aparte de El.
El Padre de la ciencia
es la Palabra de la ciencia:
El que creó la sabiduría
es más sabio que sus obras:
y el que me creó
cuando yo aún no era,
sabía lo que yo haría
cuando empezara a existir:
por eso tuvo compasión de mí
por su gran misericordia:
y me concedió que le pidiera
y que recibiera de su sacrificio:
porque El es el inmutable,
la plenitud de los tiempos
y el Padre de ellos.

La oda 19 es un canto que ensalza la concepción virginal; lo mismo que la Ascensión de Isaías (XI 14), insiste en el parto sin dolor, buscando evidentemente el contraste con el parto de Eva:

El seno de la Virgen concibió
y dio a luz:
y la Virgen vino a ser Madre con mucha misericordia:
y estuvo preñada
y dio a luz un hijo sin dolor.
Para que no sucediera nada inútilmente,
ella no fue en busca de comadrona
(porque fue El quien hizo que ella concibiera),
ella dio a luz
como si fuera un hombre,
por su propia voluntad,
y dio a luz abiertamente,
y lo adquirió con gran poder,
y lo amó para salvación,
y lo guardó con cariño,
y lo mostró con majestad,
Aleluya.

La oda 12 canta al Logos:

Me llenó con palabras de verdad:
para que yo le pueda expresar;
y como un manantial de aguas fluye la verdad de mi boca,
y mis labios muestran su fruto.
Y El hizo que su ciencia abundara en mí,
porque la boca del Señor es la Palabra verdadera,
y la puerta de su luz,
y el Altísimo la dio a sus mundos,
que son los intérpretes de su propia belleza,
y los narradores de su gloria,
y los confesores de su consejo,
y los pregoneros de su pensamiento,
y los que guardan puras sus obras.
Porque la sutileza de la Palabra no se puede expresar,
y su agudeza corre parejas con su rapidez;
y su carrera no conoce límites.
No cae jamás, mas tiénese firme,
no sabe lo que es el descenso, ni su camino.
Porque tal como es su obra, así es su expectación:
porque es luz y aurora del pensamiento;
en ella los mundos se hablan unos a otros,
y en la palabra existían los que guardaban silencio;
y de ella vino el amor y la concordia;
y se hablaban mutuamente
todo lo que era suyo:
y fueron penetrados por la Palabra:
y conocieron al que los había hecho.
porque estaban en paz:
porque la boca del Altísimo les habló;
y su explicación corrió por medio de ella;
pues la morada del Verbo es el hombre;
y su verdad es amor.
Bienaventurados los que por medio de ella
lo han entendido todo,
y han conocido al Señor en su verdad:
Aleluya.

La oda 28 ofrece una descripción poética de la Pasión con alguna que otra reminiscencia escriturística. Es Cristo el que habla:

Los que me vieron se maravillaron,
porque yo era perseguido,
y creyeron que había sido aniquilado:
pues les parecía que yo estaba perdido,
pero mi opresión fue causa de mi salvación;
y yo fui su reprobación,
porque no había envidia en mí;
porque yo hice el bien a todos los hombres
fui odiado,
y me rodearon como perros rabiosos,
que sin saberlo atacan a sus propios amos,
porque su pensamiento está corrompido y su entendimiento pervertido.
Por mi parte, yo llevaba el agua en mi mano derecha,
y con mi dulzura aguanté su amargor;
y no he perecido
porque no era su hermano
ni mi nacimiento era como el suyo,
y me buscaron para darme muerte
y no pudieron lograrlo:
porque yo era más viejo que su memoria;
e inútilmente echaron suertes sobre mí;
en vano los que estaban detrás de mí
se esforzaron por aniquilar la memoria de Aquel
que existía antes que ellos:
porque no hay nada anterior al Pensamiento del Altísimo:
y su corazón es superior a toda sabiduría. Aleluya.

El tema de la oda 42 es la resurrección de Cristo y su victoria en el limbo. Es particularmente notable el grito que las almas del mundo inferior dirigen al Salvador pidiendo su liberación de la muerte y de las tinieblas, que se halla al final del himno:

Yo extendí mis manos y me acerqué a mi Señor:
porque la extensión de las manos es su signo:
mi extensión es el árbol extendido
que fue colocado en el camino del Justo.
Y vine a ser inútil
para los que no se apoderaron de mí;
y yo estaré con los que me aman.
Todos mis perseguidores han muerto:
y me han buscado
los que pusieron su esperanza en mí;
porque yo vivo:
y resucité y estoy con ellos;
y hablaré por su boca.
Porque ellos menospreciaron
a los que les persiguieron;
y he puesto sobre ellos el yugo de mi amor;
como el brazo del esposo sobre la esposa,
así fue mí yugo sobre los que me conocen,
y como el lecho tendido en la casa del esposo y de la esposa,
así es mi amor sobre los que creen en mi.
Y yo no fui reprobado,
aunque lo pareciera.
Y no perecí
por más que ellos así lo maquinaron contra mí.
El Sheol me vio y quedó vencido;
la muerte me vomitó
y a otros muchos conmigo.
Yo era hiel y vinagre para ella,
y bajé con ella hasta lo más hondo de sus profundidades:
y ella dejó escapar los pies y la cabeza,
porque no podían soportar mí rostro:
y celebré una asamblea de vivientes entre muertos
y hablé con ellos con labios vivos:
porque no será vana mi palabra.
Y los que habían muerto corrieron hacia mí:
y gritando dijeron:
Hijo de Dios, ten piedad de nosotros
y haz con nosotros según tu misericordia,
y sácanos de las cadenas de las tinieblas:
y ábrenos la puerta para que podamos salir hasta ti.
Seamos también nosotros redimidos contigo:
porque tú eres nuestro Redentor.
Y oí su voz:
y sellé mi nombre sobre sus cabezas:
porque ellos son hombres libres y me pertenecen.
Aleluya.

Iniciamos nuestra Sesión 4. con la lectura de 1 Reyes 4:28-34. Luego leímos y analizamos el texto de más arriba, “Las Odas de Salomón”. Escogimos una oda y construímos un poema en base a las palabras que más nos llamaron la atención a cada integrante del taller. Vimos cuáles son las características de estas "odas". Después seleccionamos una imagen visual de recortes dados, la pegamos en una página y elaboramos un texto poético a partir de esa imagen.

miércoles, 12 de mayo de 2010

AYÚDAME A DECIR "SI"


Michel Quoist

Me da miedo decir "si".
¿Adónde me acabarás llevando?
Me da miedo sacar la paja más larga,
me da miedo firmar la hoja en blanco,
me da miedo decir un "si" que traerá cola.

Y con todo no puedo vivir en paz,
Tú me sigues, me cercas por todos lados.
Y yo busco el ruido porque me da miedo oirte
pero Tú te deslizas en el menor silencio.
Yo cambio de camino cuando te veo venir
pero al fin de este nuevo sendero Tú me estás esperando.
¿Dónde me esconderé? En todas partes te encuentro:
¡No hay modo de escaparse de Ti!

Y yo tengo miedo de decir "si", Señor.
Tengo miedo de darte la mano: te quedarías con ella.
Tengo miedo de cruzarme con tu mirada: eres un seductor.
Tengo miedo de tu exigencia: eres un Dios celoso.
Estoy acorralado, y trato de esconderme.
Estoy cautivo, pero me debaato y lucho sabiéndome vencido.
Tú eres más fuerte, Señor, Tú posees el mundo y me lo quitas.
Cuando extiendo la mano para coger a una persona o una cosa, todas se desvanecen delante de mis ojos.
Y no, no es agradable eso de no poder cogerse nada para uno:
si corto una flor, se me marchita entre los dedos,
si lanzo una carcajada se me hiela en los labios,
si danzo un vals me quedo jadeante y nervioso.
Y todo me parece vacío,
todo se me hace hueco.
En torno a mí Tú has hecho el desierto.
Y tengo hambre
y sed
y el mundo no podría alimentarme.

¡Pero si yo te amaba, Señor! ¿Qué es, entonces, lo que yo te he hecho?
Yo trabajaba por Ti, yo me entregaba.
Oh gran Dios terrible, ¿qué más quieres?

Hijo mío, Yo quiero más de ti y del mundo.
Antes tú me dabas tu acción, y eso no me sirve para nada.
Tú me invitabas a bendecirla, me invitabas a sostenerla, querías interesarme en tu trabajo.
Pero fíjate bien, al hacerlo, hijo mío, tú inverías el juego.
Yo antes veía tu buena voluntad, te seguía con los ojos,
pero ahora quiero más:
no se trata de que tú hagas tu acción, sino la voluntad de tu Padre del Cielo.
Di "si" hijo míio.
Necesito tu "si" como necesité antanño el de María para venir al mundo,
porque soy Yo quien debe meterse en tu trabajo,
entrar en tu familia,
en tu barrio,
Yo, y no tú.
Porque es mi mirada la que penetra y no la tuya,
es mi palabra la que arrastra y no la tuya.
Dame todo, ponlo todo en mis manos.
Yo necesito tu "si" para desposarme contigo y descender a la tierra,
necesito tu "si" para seguir salvando al mundo.

Oh, Señor, tus exigencias me dan miedo, pero ¿quién puede resistirte?
Para que tu Reino llegue y no el mío,
para que se cumpla tu voluntad y no la mía,
ayúdame a decir "si".



Comentario de María Silvia Piancatelli:

Marcado por la alegría de la primera entrega, el cristiano no puede ya volverse atrás. Su sensibilidad, toda ella en ascuas, le ayudó a superar las dificultades. Avanza arrastrado, empujado por los otros cuya exigencia se hace día a día más absorbente. Y he ahí que Dios se manifiesta. Esta vez con claridad meridiana, ya no tras las apariencias de los demás. Pide ser recibido y no precisamente en un rincón. Exige todo el hombre y toda su obra. El cristiano que reconoce al Señor, huye las más de las veces, pues saabe que si es atrapado, Dios le va a pedir una rendición total y sin condiciones. El Señor le irá acosando cada vez más hasta consguir de él ese "si" que divinizará su vida.

Solamente quien ha vivido esta "lucha" con Dios comprenderá esta oración en toda su profundidad. Etapa dolorosa que el educador, el amigo, debe comprender. Ha de obrar discretamente -no vaya a estorbar a Dios- ya que Él acaba de tomaar en sus manos la formación de su hijj, pero presente para arropar al otro en la fe. Ayudándole a reconocer al Señor, traduciendo las llamadas de amor que Dios le irá susurrando a todo lo largo de la vida, aclarándole las citas de Dios, sus pasos, sus persecuciones, ayudando en todo al militante e invitándole a decir "si".


lunes, 10 de mayo de 2010

AGUA.


Gabriela Mistral


Hay países que yo recuerdo
como recuerdo mis infancias.
Son países de mar o río,
de pastales, de vegas y aguas.
Aldea mía sobre el Ródano,
rendida en río y en cigarras;
Antilla en palmas verdi-negras
que a medio mar está y me llama;
¡roca lígure de Portofino,
mar italiana, mar italiana!

Me han traído a país sin río,
tierras-Agar, tierras sin agua;
Saras blancas y Saras rojas,
donde pecaron otras razas,
de pecado rojo de atridas
que cuentan gredas tajeadas;
que no nacieron como un niño
con unas carnazones grasas,
cuando las oigo, sin un silbo,
cuando las cruzo, sin mirada.

Quiero volver a tierras niñas;
llévenme a un blando país de aguas.
En grandes pastos envejezca
y haga al río fábula y fábula.
Tenga una fuente por mi madre
y en la siesta salga a buscarla,
y en jarras baje de una peña
un agua dulce, aguda y áspera.

Me venza y pare los alientos
el agua acérrima y helada.
¡Rompa mi vaso y al beberla
me vuelva niñas las entrañas!


En la sesión 3 del Taller Madero, hicimos ejercicios poéticos con palabras dadas, extraídas de El Quijote, consulta de diccionario. Leimos y comentamos el maravilloso libro de poemas inéditos de Gabriela Mistral, “Almácigo”; trabajamos con los conceptos de epígrafe y cita.

lunes, 3 de mayo de 2010

LOS PRIMEROS HIMNOS CRISTIANOS.


Esta segunda sesión del Taller de Poesía Cristiana, trató sobre los siguientes temas: a) Los Primeros Himnos Cristianos, estructura del himno; b) Comentario de algunas páginas del texto “Métrica Española” de Antonio Quilis, Ediciones Alcalá Madrid; c) Lectura de poemas propios y de autores: San Juan de la Cruz, Miguel Arteche (poema “El Cristo hueco”) y Amado Nervo (poema “En el camino”). He aquí uno de los contenidos:

Los Primeros Himnos Cristianos
Uno de los elementos esenciales del culto cristiano, desde los mismos orígenes, fueron los himnos. Los salmos y cánticos del Antiguo Testamento desempeñaron un papel muy importante en la liturgia cristiana primitiva. Pero los cristianos no tardaron en producir composiciones similares nuevas. San Pablo nos habla (Col. 3,16) de salmos, himnos y cánticos espirituales.

El Nuevo Testamento contiene cierto número de estos cánticos o himnos, como son el Magnificat (Lc. l,46ss), el Benedictus (l,68ss), el Gloria in excelsis (2,14) y el Nunc dimittis (2,29ss), que siguen todavía formando parte de la liturgia de la iglesia en el Occidente. El Apocalipsis de San Juan habla de un "himno nuevo" (5,9ss) que cantan los justos en el cielo en alabanza de Cordero. Es probable que en este pasaje el autor se inspirara en la liturgia de su tiempo, pues se imagina la liturgia del cielo como un eco de la liturgia de la tierra. Además de este "himno nuevo," hay en este libro un gran número de breves himnos, que nos dan una idea de la naturaleza y del contenido de los primitivos himnos cristianos (cf. Apoc. 1,4-7. 8-11 etc.). Naturalmente, todos estos cánticos no responden a la definición griega de la poesía, puesto que no siguen ningún canon métrico regular. Están escritos en un lenguaje solemne y exaltado y conservan el parallelismus membrorum. Pero siguen siendo prosa. Mas, ya dentro del siglo II, los gnósticos, que estaban en contacto con la literatura helenística, compusieron gran número de himnos métricos para difundir sus doctrinas. Muchos de ellos los encontramos en los Hechos apócrifos de los Apóstoles. Recordemos, por ejemplo, los dos ya mencionados más arriba (p.139s), el himno del alma en los Hechos de Tomás, y el himno que Cristo canta con sus Apóstoles en los Hechos de Juan. El mejor ejemplar de esta himnología gnóstica es el himno de los naasenos, conservado por Hipólito (Philosophoumena 5,10,2). No es, pues, mera coincidencia que Clemente de Alejandría, que se esforzó por reconciliar el cristianismo con la cultura y luchó por un gnosticismo católico, compusiera un himno métrico en anapestos en honor de Cristo. El himno a Cristo Salvador se halla al fin de su Paidagogos. En él se alaba a Cristo como:

Rey de los santos, Verbo todopoderoso
Del Padre, Señor altísimo,
Cabeza y príncipe de la sabiduría,
Alivio de todo dolor;
Señor del tiempo y del espacio,
Jesús, Salvador de nuestra raza.

El famoso Himno vespertino Fos Hilarion (Luz Serena), que aún subsiste en el oficio vespertino de la liturgia de los presantificados de la Iglesia griega, es del siglo II:

Luz serena de la gloria santa
del Padre Eterno,
¡oh Jesucristo!:
Habiendo llegado a la puesta del sol,
y viendo aparecer la luz vespertina,
alabamos al Padre y al Hijo
y al Santo Espíritu de Dios.
Es un deber alabarte
en todo tiempo con santos cánticos,
Hijo de Dios, que has dado vida;
por eso el mundo te glorifica.

El año 1922 se halló el fragmento de un himno cristiano con notación musical, en Oxyrhynchos (Oxyrh. Pap. vol. 15 n.1786). Parece que el himno es de fines del siglo III. Se han conservado solamente algunas pocas palabras: "Todas las gloriosas criaturas de Dios no deberían permanecer silenciosas y dejarse eclipsar por las radiantes estrellas... Las aguas del arroyo que murmura deberían cantar las alabanzas de nuestro Padre, del Hijo y del Espíritu Santo."

En su Historia eclesiástica (7,30,10), Eusebio refiere que Pablo de Samosata fue acusado de haber suprimido los himnos dirigidos a Jesucristo por ser modernos y compuestos por autores modernos. Cada día se iba introduciendo más la costumbre de cantar himnos, incluso en casa, con el fin de suplantar los himnos a los dioses paganos. Así, pues, el himno desempeñó un papel importante no solamente en el desarrollo de la liturgia cristiana, sino también en la penetración de las ideas cristianas en la cultura de la época.

jueves, 15 de abril de 2010

PRIMERA SESIÓN.

Fray Luis de León y Antonio Machado


El martes trece de abril de 2010 fue la primera sesión del Taller de Poesía Cristiana, desde las 17 hasta las 19 horas, en Avenida Francia 739, Valparaíso. Asistieron Patricia Montoya e Iván Tapia, ambos poetas cristianos.

Se inició con una breve lectura y reflexión bíblica sobre los siguientes textos:
"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad." (Filipenses 4:8)

"Rebosa mi corazón palabra buena;
Dirijo al rey mi canto;
Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.

Eres el más hermoso de los hijos de los hombres;
La gracia se derramó en tus labios;
Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.
Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente,
Con tu gloria y con tu majestad."
(Salmo 45:1-3)

Luego procedieron a leer sus propios textos y comentarlos desde el punto de vista literario.

Posteriormente se leyó y analizó los recursos literarios y métrica de poemas con contenido espiritual de los autores Fray Luis de León http://www.los-poetas.com/f/biofrayluis.htm y Antonio Machado, ambos españoles pero distantes en por lo menos cuatro siglos. Del primero se estudió Vida retirada http://www.analitica.com/BITBLIO/fray_luis/retirada.asp. De Antonio Machado http://www.los-poetas.com/a/biomach.htm el poema La-saeta http://blocs.xtec.cat/viladecavallscastellano/la-saeta/

Dejamos como tarea: construir una poesía con rima libre, pero estructurada en dos cuartetos y dos tercetos.

Finalizamos con una oración. ¡Ven a compartir con nosotros tus poemas cristianos!