martes, 5 de junio de 2012

HORACIO, POETA LATINO.


La obra de Horacio no es propiamente cristiana ya que él es un autor pre cristiano, pero sí ha influido grandemente en autores de fe como Fray Luis de León y John Milton.
 
Nombre completo
Quinto Horacio Flaco
Nacimiento
Defunción
Horacio
Ocupación

Quinto Horacio Flaco (en latín Quintus Horatius Flaccus) (Venusia, hoy Venosa, Basilicata, 8 de diciembre de 65 a. C.Roma, 27 de noviembre de 8 a. C.), fue el principal poeta lírico y satírico en lengua latina.

Fue un poeta reflexivo, que expresa aquello que desea con una perfección casi absoluta. Los principales temas que trata en su poesía son el elogio de una vida retirada («beatus ille») y la invitación de gozar de la juventud («carpe diem»), temas retomados posteriormente por poetas españoles como Garcilaso de la Vega y Fray Luis de León. Escribió, además, epístolas (cartas), la últimas de las cuales, dirigida «A los Pisones», es conocida como Arte poética.

Biografía


Era hijo de un esclavo liberto, si bien nació cuando su padre ya gozaba de la libertad. Su padre, aunque pobre, invirtió mucho dinero en la educación de su hijo, acompañándolo a Roma donde inició sus estudios de Gramática con Orbilio y, probablemente, los de retórica con Heliodoro. A los 20 años de edad se trasladó a Atenas para estudiar griego y Filosofía en la Academia con Teomnesto, donde tomó contacto por vez primera con el epicureísmo. Horacio siempre reconoció los cuidados y el gran sacrificio que su padre hizo por él, siendo la relación con su progenitor uno de los más bellos episodios de amor filial que sobreviven del periodo clásico.

Tras el asesinato de Julio César, se unió al partido republicano, formando parte del ejército que Marco Junio Bruto preparaba en Grecia para oponerse a los triunviros Octavio y Marco Antonio, siendo nombrado tribuno militar. El ejército republicano fue derrotado en la doble batalla de Filipos (42 a. C.), en la cual, dadas sus escasas aptitudes militares, hubo de escapar para salvar así su vida. Cuando Octavio decretó una amnistía a favor de aquellos que habían luchado en su contra, Horacio decidió volver a Roma, conociendo entonces la noticia de la muerte de su padre y la confiscación de sus propiedades. Sumido en la pobreza, consiguió no obstante trabajo como escribano de cuestor, un puesto que le permitió practicar su arte poético.

Con el tiempo, Horacio fue ganando el respeto y la admiración de los círculos literarios romanos, al que pertenecían Virgilio y Lucio Vario Rufo, quienes le presentaron a Cayo Mecenas (38 a. C.), amigo y consejero de César Augusto. El emperador le brindó su protección, llegándole a ofrecer un puesto como secretario personal, si bien Horacio declinó la oferta debido a sus principios epicúreos. Mecenas llegó a convertirse en su protector y amigo personal, y obsequió a Horacio con una finca en Tiber, en las montañas Sabinas (33 a. C.), donde el poeta se retiró a redactar sus obras. Su amistad fue tal que incluso fueron enterrados el uno junto al otro.

Obra


Su obra poética no se redujo al subgénero de la lírica, sino que también tocó otros aspectos del conocimiento. Los críticos proponen dos periodos de su producción.

Un primer período en el que compuso Sátiras, poesía crítica con abundantes elementos autobiográficos que persigue un fin moral y Epodos, composiciones de carácter lírico en las que tampoco está ausente la crítica social. El epodo es una composición de origen griego destinada al insulto y al improperio. Alguno de los epodos de Horacio conservan este carácter, pero otros son de carácter eminentemente lírico. Destaca aquel cuyo comienzo, Beatus ille, ha dado nombre a un tema literario, la alabanza de la vida en el campo.

En el segundo periodo escribiría Odas y Epístolas. Las odas son composiciones de carácter lírico que constituyen la obra cumbre de la lírica latina. Son cuatro libros con un total de 104 odas. En ella se jacta de haber sido el primero en transplantar al latín la lírica eolia en su conjunto, imitando los temas y los metros líricos griegos, sobre todo de Alceo, Safo y Anacreonte. Horacio tiene conciencia de que sus odas son lo mejor de su obra y afirma que serán más duraderas que el bronce. En las Odas el componente fundamental es el lírico. Podemos agrupar las odas en varios grupos temáticos: alabanza de Augusto, elogio de la amistad, tema filosófico y moral, el amor, y finalmente el campo y la naturaleza. Expone el poeta su filosofía de la vida: hay que saber hacer uso de las riquezas y ser generoso; no hay que dejarse abatir por la adversidad y debe uno gozar de los bienes presentes, que son precarios; lo mejor para ser feliz es la “áurea mediocridad” (Aurea mediocritas). Hay una invitación a gozar del momento presente, ya que el día de mañana es incierto: carpe diem. Este tema tendrá gran fortuna en la literatura universal.

Las Epístolas es la poesía de la reflexión moral y filosófica. Entre éstas últimas destaca Epistola ad Pisones, más conocida como Arte Poética, en la que sienta principios de preceptiva literaria que han tenido durante siglos pervivencia en nuestra cultura.

Influencia en la literatura posterior

Los temas y tópicos creados por Horacio gozarán de un respaldo universal a lo largo de la literatura posterior a su fallecimiento. Esencialmente partiendo desde el Renacimiento es difícil no hallar una sola composición influida por los tópicos o las formas horacianas. Así, destacan poetas como Ronsard, Petrarca o Garcilaso, que se vieron envueltos por la dulzura y las reflexiones horacianas. En España podemos encontrar grandes influencias horacianas en Fray Luis de León, que prácticamente lo parafrasea en algunas de sus poesías, José Cadalso o Leandro Fernández de Moratín; e incluso otros autores que seguirán el camino labrado por el poeta romano. Algunos poetas ingleses se verán también influidos por Horacio, como John Keats o John Milton. Más adelante, en la Generación del 27, también encontraremos influencias horacianas en poetas como en el vallisoletano Jorge Guillén. Su figura sigue asociada hoy día a los tópicos a los que le asoció la Edad Media, y que ahora pueden considerarse casi más medievales que plenamente romanos: el «Aurea mediocritas», el «Carpe diem» y el «Beatus Ille». No obstante, la vitalidad de Horacio sigue activa como uno de los clásicos latinos más extraordinarios, junto a otros como Cicerón, Virgilio, Ovidio y demás artistas inmortales.

X
CITAS Y FRASES DE
HORACIO

­                    Carpe diem, quam minimum credula postero: "Aprovecha el día de hoy y fíate lo menos posible del mañana."; (otra traducción) "Toma el día de hoy; no seas demasiado crédulo el día de mañana."

­                    Populus me sibilat, at mihi plaudo ipse domi". (Sátiras, 1, 166-67): "El pueblo me silba, pero yo me aplaudo en casa."

­                    "Dulce et decorum est pro patria mori": "Dulce y honorable es morir por la patria." - (Carmina 3, 2, 13)

­                    "Graecia capta ferum victorem cepit et artis intulit in agresti Latio": "la Grecia conquistada conquisto al bárbaro conquistador e introdujo las artes en el Lacio agreste"

­                    "Quid Rides? Mutato nomine de te fabula narratur": "¿Se qué ríes? , si cambias de nombre la historia habla de ti"

­                    "Acuérdate de conservar en los acontecimientos graves la mente serena."

­                    "Apresúrate siempre hacia la solución."

­                    "El placer que acompaña al trabajo pone en olvido a la fatiga."

­                    "El hombre avaricioso está lleno de temores, y quien vive con temor será siempre un siervo."

­                    "En los trances duros y lo mismo en la bonanza mantente siempre con ánimo sosegado."

­                    "Gobierna tu mente, o ella te gobernará a ti."

­                    "La conciencia es como un vaso, si no está limpio ensuciará todo lo que se eche en él."

­                    "La fortuna es como un vestido: muy holgado nos embaraza, muy estrecho nos oprime."

­                    "La pálida muerte lo mismo llama a las cabañas de los humildes que a las torres de los reyes."

­                    "La justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera."

­                    "La virtud de los padres es una gran dote."

­                    "Nadie nace libre de vicios. El hombre más perfecto es el que tiene menos."

­                    "Quien vive temeroso, no será nunca libre."

­                    "Quien mucho promete mina la confianza en él."

­                    "¿Quién es libre? Sólo el que sabe dominar sus pasiones."

­                    "Una pintura es un poema sin palabras."

­                    "Recorres el mundo en busca de una felicidad que está siempre al alcance de tu mano."

­                    "Qui sibi fidet, dux reget examen": "Quien confíe en sí mismo será el rey del enjambre"

­                    "Fugit irreparabile tempus": "El tiempo huye de modo irreparable"